

Los mercados globales vivieron una jornada de alto impacto tras el anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de aplicar nuevos aranceles recíprocos a las importaciones provenientes de China y otros países. El golpe más fuerte lo sintió el sector tecnológico, encabezado por Apple, que perdió más de 314.000 millones de dólares en valor de mercado, con una caída del 9% en sus acciones en Wall Street. Esta pérdida representa una de las mayores en la historia reciente de la compañía y generó un efecto dominó que afectó a las principales empresas tecnológicas del mundo.
Los nuevos aranceles, que oscilan entre el 34% y el 54% para productos provenientes de China, impactan directamente en las cadenas de producción globales de compañías como Apple, que fabrica aproximadamente el 85% de sus iPhones en el país asiático. Además, se aplicarán tarifas a importaciones desde Vietnam (46%) e India (26%), dos mercados estratégicos en los cuales Apple había intentado diversificar su producción en los últimos años.
La política de “America First” de Trump encontró en estos nuevos aranceles una herramienta para presionar a sus principales socios comerciales, particularmente a China, en medio de una campaña presidencial con fuertes componentes económicos y proteccionistas. Trump argumentó que la medida busca proteger la industria y los empleos estadounidenses, mientras desestimó las consecuencias bursátiles: “Este es un gran momento para hacerse rico, más rico que nunca antes”, afirmó en su red Truth Social.
El mercado, sin embargo, reaccionó con alarma. Las acciones tecnológicas sufrieron una fuerte venta masiva que borró más de un billón de dólares en valor de mercado en una sola jornada. Junto con Apple, otras integrantes del denominado “Magnificent 7” —como Amazon, Meta, Nvidia, Alphabet, Tesla y Microsoft— registraron pérdidas significativas.
Apple, que ya venía enfrentando dificultades para reducir su dependencia de China, enfrenta ahora un nuevo obstáculo. Según el analista Dan Ives, de Wedbush, el aumento de los costos de producción por los nuevos aranceles podría obligar a la compañía a ajustar sus márgenes de ganancia o, alternativamente, trasladar esos costos al consumidor final con aumentos en los precios de productos clave como el iPhone y las MacBooks.
La estrategia de Apple de diversificar su producción hacia India y Vietnam también se ve comprometida, dado que esos países están incluidos en la lista de destinos afectados por los aranceles. La falta de alternativas viables para reubicar la producción en el corto plazo agrava el panorama.