

Instalada hace muchos años en España, Andrea Reilly es una de las tantas argentinas que emigró hacia España y allí comenzó a realizar sus primeros pasos, no solo como persona, sino como emprendedora.
Desde muy joven decidió qué hacer con su dinero y tomó la decisión de invertir en un Bar, el primero de ellos llamado "Garufa" fue el puntapié para que la bella argentina pudiera lanzarse y conocer el trato de los españoles con los argentinos.
"Nosotros estamos entre irnos a vivir a Estados Unidos o a España, yo me decidí con mi novio por Madrid. Ibamos a poner un gimnasio, porque las dos eramos deportistas, pero vimos que lo que más funcionaba eran los bares, la gente iba de tapa en tapa, Un día un señor, que nos enseñó todo el negocio, nos llevo una noche a diez bares, porque antes se usaba ir de bar en bar. Nosotros llegamos para invertir, no sabíamos qué hacer. Empezamos de cero, yo no tenía idea de nada, y todavía recuerdo la primera vez que abrimos la persiana de nuestro negocio", contó. "Elegí España por mi amiga, Vanesa, ella estaba aquí y fue la primer chica que trabajó conmigo en cocina. Una gran amiga, que vive en Málaga", agregó.
Al respecto de la relación de los españoles con el argentino Andrea fue bien clara. "Muy bien, los españoles son muy abiertos. Los argentinos caen muy bien", explicó.
"Nunca trabaje tanto como en el bar. Me despertaba a las 5 am…corría 30 minutos, me duchaba y abría el bar a las 6. Por la tarde iba al gimnasio, cuando salía a las 17, pero a veces había tanto trabajo que no salía hasta las 21. Aprendí a cocinar con recetas de mi tía, ella en Burzaco y yo en Madrid, por teléfono, en tiempos donde no habia whatsapp, me enseño a sacar los platos, ahí aprendí que si uno trabaja todo sale bien", narró, en una de las tantas anécdotas.
"Terminé haciendo unas empanadas riquísimas con una receta que me dio mi tía", contó, recordando además que en aquella época en Argentina explotaba la crisis de De La Rua con el famoso corralito. Muchas veces se habla sobre las crisis que atraviesan ambos países, en distintos momentos , y quizás la crísis más notoria en suelo español fue en el año 2008. "Esa fue notoria, aunque afortunadamente no me afectó demasiado", recordó.
"Trabajé muchos en esos años. Terminé agotada, estresada. Hablé con mi mamá y comenté lo que me pasaba. Con lo que trabajé dos veranos me compre un departamento en Buenos Aires, a estrenar. Fue muy gracioso, porque me lleve todo en efectivo para comprarlo", recordaba, lo que fue el premio a tanto aprendizaje.
"Soy una persona muy trabajadora. Moriré trabajando. Lo que me enseñó Argentina es que ante una crisis, o problema, hay que levantarse y probar otro camino, y España me enseñó lo que es la oportunidad, me dio seguridad. Argentina me enseñó a ser fuerte, por eso amo a ambos países", finalizó.