Alfredo Casero, fiel a su estilo irreverente, desató una ola de risas y especulaciones tras la victoria de Manuel Adorni en las elecciones legislativas porteñas. Celebrado en el búnker de La Libertad Avanza, el humorista no solo festejó el triunfo, sino que aprovechó la ocasión para arremeter contra la gestión porteña del PRO, sin pelos en la lengua: "La Ciudad es una porquería como está. Imposible pasar de noche", afirmó con vehemencia. Pero la verdadera bomba llegó cuando, consultado sobre una posible incursión en la política con Milei, respondió con una irónica y memorable frase: "Voy a ser candidato a presidente de Interama". La inesperada mención al mítico parque de diversiones del sur porteño, cerrado hace décadas, dejó a todos con la boca abierta.

La declaración de Casero, sin embargo, no fue un simple chiste. En el contexto de su ferviente apoyo a Javier Milei, el artista volvió a expresar sus duras críticas a la clase política tradicional, calificando al líder libertario como "un tipo que nos sacó de un problema muy grande y que está trabajando solo". En una entrevista posterior en TN, Casero defendió a Milei con pasión, destacando su coherencia y su lucha contra un sistema que, según el actor, lo ataca desde todos los frentes. "Es un científico", afirmó Casero, "Toda la vida dijo lo mismo y lo cumplió". Además, se mostró optimista sobre los resultados de la gestión de Milei, citando ejemplos como la baja inflación ("¿Cuándo viste el 3% de inflación? Tres meses el mismo precio de un rulemán") y descartando categóricamente cualquier alianza con el kirchnerismo: "Es imposible, no mezcles agua con aceite porque te vas a matar".

Su desencanto con la política tradicional es notorio. Casero no se guardó nada en sus declaraciones, dejando en claro su rechazo a todos los partidos establecidos: "No quiero al PRO, no quiero a los peronistas, no quiero a los comunistas, no quiero a nadie". Sus palabras fueron una crítica frontal a la oposición, a la que acusó de solo buscar el poder y el enriquecimiento personal: "En medio de un mar de gente que lo único que quiere es volver o ver de qué manera chorea". Incluso, bromeó con la posibilidad de una “plancha con vapor y rociador” para Milei, si éste alguna vez lo decepciona. Su apoyo a Milei, sin embargo, parece inquebrantable, al menos por ahora. La pregunta que queda en el aire es si la candidatura a presidente de Interama es solo una broma o una señal encubierta de sus ambiciones políticas.