Un nuevo hallazgo de una ballena sin vida en aguas del río Paraná, a la altura del puente Mitre en Zárate, encendió las alarmas entre especialistas y autoridades ambientales. Se trata del tercer caso reportado en las últimas dos semanas, luego de episodios similares ocurridos en Vicente López y en la Costanera Norte de la Ciudad de Buenos Aires.

El ejemplar, de aproximadamente 10 metros de largo, fue divisado por vecinos que alertaron a la Prefectura Naval Argentina. El animal se encontraba en un avanzado estado de descomposición, lo que dificultó su identificación precisa, aunque se presume que podría tratarse de una ballena jorobada. Tras el aviso, se activó un operativo conjunto con especialistas de la Dirección Nacional de Fauna Silvestre y del CONICET, quienes realizaron peritajes para determinar las causas de la muerte.

Entre las hipótesis que se manejan, los expertos no descartan que el cetáceo haya sufrido colisiones con embarcaciones, padecido complicaciones de salud o sido afectado por tormentas en alta mar. También se considera la posibilidad de una desorientación que lo llevó a nadar durante horas desde el océano hasta aguas dulces, un comportamiento inusual para la especie.

La remoción del cuerpo está siendo evaluada cuidadosamente, dado el impacto ambiental que podría generar. En los casos anteriores, los operativos de extracción demandaron el uso de embarcaciones especiales y la intervención de equipos científicos para la toma de muestras y análisis posteriores.

La seguidilla de muertes preocupa a organizaciones dedicadas a la conservación marina, como la Fundación Cethus, que recordó a la población que ante el hallazgo de animales varados se debe evitar el contacto directo y dar aviso inmediato a las autoridades competentes.