miércoles 10 de septiembre de 2025 - Edición Nº240

Info General | 10 sep 2025

Preocupación

Fallas en los pasaportes: largas filas en Aeroparque y una tensa espera entre los viajeros

10:28 |En la terminal porteña hubo una cuadra y media de cola. Ya atendieron unas 500 personas por día y detectaron problemas en casi el 70% de los casos. El Renaper habilitó una línea de Whatsapp para hacer la verificación


Filas interminables, personas con el pasaporte apretado en la mano como si fuera una estampita y caras que iban del alivio al desconcierto en cuestión de segundos. Este martes, Aeroparque Jorge Newbery se convirtió en una suerte de sala de espera colectiva donde cada uno llegaba con la misma pregunta atravesada en la garganta: "¿Mi pasaporte está bien?".

Desde que estalló el problema, en Aeroparque reciben a unas 500 personas por día y, según explicó a este diario un empleado del Renaper, cerca del 70 % de los pasaportes que revisan presentan fallas.

El error, imperceptible a simple vista, impide que los escáneres de Migraciones los lean correctamente. La única forma de saber si un pasaporte está bien es pasarlo por el lector. Así de simple. Y Aeroparque, Ezeiza y Buquebus son los principales puntos habilitados para hacer ese chequeo.

Ante esta situación, el Renaper informó este martes por la tarde que habilitó una línea de Whastapp (+54 9 11 5126-1789) para realizar la verificación del pasaporte. "Cabe aclarar que la revisión no implica necesariamente que exista una falla en el documento, sino que su impresión se encuentra dentro de las tandas que presentaron fallas en la tinta", se indicó.

En el hall del aeropuerto porteño, una escena se repite cada media hora como un ritual improvisado. Un chico del Renaper sale de la oficina, recorre la fila —eterna, agotadora— y junta los pasaportes, uno por uno. Promete volver. Y lo hace con una pila de documentos en la mano y, frente a la multitud expectante, comienza a leer: "El tuyo está bien", "el tuyo no".

Es en ese momento cuando se desatan las emociones. Quienes reciben el “aprobado” sienten una especie de alivio. Se abrazan, ríen, lloran. “¡Vamos, qué suerte!”, grita una mujer con la voz quebrada. A su lado, un joven se agarra la cabeza: “Viajamos a Disney este jueves y está enloquecido".

En Aeroparque atienden 500 personas por día. Casi el 70% estaba fallado. Foto: Francisco Loureiro.En Aeroparque atienden 500 personas por día. Casi el 70% estaba fallado. Foto: Francisco Loureiro.

Nicolás, que estaba en la fila, escuchó su nombre y supo que su pasaporte estaba mal. Iba a viajar a Estados Unidos y Europa en apenas una semana. Le ofrecieron esperar seis horas para imprimir uno nuevo, como a todos los afectados. Miró al cielo y soltó con ironía: “Es el país hermoso que tenemos."

 

Había tramitado su pasaporte tres meses atrás y ahora estaba varado entre mostradores. “Si me agarra algo así allá, quedo preso, jaja”, dijo el joven a Clarín.

La misma postal a la vista, una y otra vez. Personas de todas las edades, algunos con valijas, otros con mochilas, otros sin nada. Solamente con ese documento que, hasta hace unos días, parecía una certeza. Un matrimonio de Hurlingham llegó también con su historia a cuestas. Habían hecho sus pasaportes el mismo día. El de ella estaba bien. El de él, fallado. “Estamos esperanzados de que estén bien”, dijeron antes de saber la respuesta.

A él le ofrecieron quedarse entre dos y seis horas para recibir uno nuevo. Antes habían ido a otra oficina, donde les dijeron que ahí no podían ayudarlos. Solo Aeroparque, Ezeiza o Buquebus en el área Metropolitana. “Una conocida trabaja en una de esas oficinas”, contó ella. “Le escribí, le pregunté. Y me dijo: ‘Silvia, no se sabe nada, llamé por teléfono a los jefes y no se sabe nada.’”

Norma tampoco pudo dormir. Tiene un viaje planeado a Nueva Zelanda y, al enterarse del problema, salió directo al Renaper de Diagonal Norte. La atendieron en la vereda y le dijeron que no podían hacer nada, que debía ir a Aeroparque.

Y allí estaba, parada entre cientos, esperando su turno. “Me sentí muy manoseada, a pesar de que supongo que es un error que no fue hecho a propósito. Pero te mandan de un lado a otro, no te dan explicaciones, te maltratan”, dijo agotada.

La visa para ingresar a Nueva Zelanda la tramitó con el número del pasaporte que está fallado. “Si ahora me dan otro número, tengo que volver a hacer todo. Es todo un quilombo. Pagás la visa, la hacés bien, y ahora esto. No quiero que me paren allá y tener que explicar todo en inglés. No es como Miami. En Nueva Zelanda son estrictos. Si hay una anomalía, te separan”, explicó la mujer.

A su lado, una señora mayor escuchaba en silencio, hasta que rompió con su propia historia. “Es una desorganización total”, soltó Alicia. Este domingo, viaja sola a España para visitar a una amiga. Fue su hijo el que le avisó del problema. “Mi hijo fue mi ángel de la guarda. Me dijo que venga a chequear el pasaporte", agrega.

Entre quienes recibían el “está bien” se notaba el cambio de clima inmediato. El gesto de quien se quita un peso de encima. Y entre los otros, los que no pasaban la prueba del escáner, la decepción se dibujaba en sus rostros. Algunos lloraban, otros discutían, otros simplemente se quedaban sentados, mirando fijo un punto del piso.

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