El 10 de diciembre, el Congreso renovó las bancas de diputados y senadores, con los candidatos que resultaron electos en los comicios legislativos del 26 de octubre. El sector de Juan Grabois, que integró las listas de Fuerza Patria, amplió su representación a cinco diputados, incluyendo a él mismo. Pero ante la nueva tarea que asumirán, deberán ajustarse a principios estrictos.
En un encuentro federal con militantes del Patria Grande, realizado ayer en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Grabois encabezó la actividad junto a los diputados Itai Hagman, Natalia Zaracho, Fernanda Miño, Adriana Sérquis. En ese marco, se presentó oficialmente el “Decálogo de Principios Éticos y Políticos”, un documento que enumera diez normas de conducta a las que deberán ajustarse funcionarios y legisladores de su proyecto político, Argentina Humana.
La bancada de legisladores, que se mostró en el salón académico con los afiches del pliego, establece como “mandamiento” principal la necesidad de “servir al pueblo de todo corazón”, y otros puntos como “ni amigos ni parientes” entre los colaboradores cercanos o la “austeridad y la simplicidad de vida”, un criterio que resuena en el modelo que propugnaba el Papa Francisco, al cual Grabois adhería como seguidor.
1. “Servir al pueblo de todo corazón”
El texto prioriza que “los legisladores y funcionarios públicos se deben al pueblo en su conjunto, en particular a la clase trabajadora y los pobres”.
2. “Desplazamiento de las élites gobernantes”
El documento plantea como objetivo central “la irrupción de las clases populares en la administración del Estado”, promoviendo un cambio en la estructura del poder.
3. “Sentido de propósito”
El punto sostiene que hay que “sentir profundamente el propósito del rol que nos toca”. “No estamos para ocupar espacios, sino para impulsar procesos de transformación”, considera.
4. “Nuestro objetivo es la justicia social”
Se indica que “todo nuestro trabajo tiene como fin hacer de cada necesidad un derecho”, a tono con el ideario peronista, al igual que “luchar por la independencia económica y la soberanía política para alcanzar la justicia social”.
5. “Austeridad y simplicidad de vida”
El texto establece que los ingresos y el estilo de vida de los representantes “no pueden distanciarse del que tienen las mayorías populares”, promoviendo una ética de austeridad.
6. “La corrupción no se tolera”
El decálogo es tajante respecto a la corrupción y señala que cualquier acto vinculado será “causal de expulsión de la organización”.
7. “Ni parientes ni amigos”
Se rechaza la designación de familiares o amigos en cargos rentados. El documento sostiene que los puestos con roles rentados deben estar reservados para “personas con experiencia de vida en la temática, idoneidad para el rol o conocimientos técnicos necesarios”.
8. “Planificación y resultados”
Los funcionarios tienen la obligación de presentar “un plan de trabajo y concretarlo adecuadamente, enfrentando con tenacidad cualquier impedimento”.
9. “Ejemplaridad pública”
El texto exige que los representantes actúen como ejemplo público, donde “la lucha cultural y política que encaramos implica predicar con el ejemplo”. “Ser y parecer”, resume.
10. “La función pública es una etapa de la militancia”
El documento concluye que el paso por la gestión estatal debe interpretarse como algo “circunstancial” y “no está al servicio de objetivos personales”. “La formación de referencias públicas y saberes gubernamentales está al servicio de un proyecto y un propósito”, concluye.